Septiembre, inicio de un curso escolar diferente.
Otros años, el inicio de curso estaba lleno de ilusión y de ganas de cambiar, de mejorar, pero estos días la sensación generalizada que tengo es de malestar.
No me gusta que nos pongan a los pies de los caballos.
No me gusta que nos echen encima a la sociedad.
No me gusta que vendan la idea de que somos unos privilegiados.
No me gusta que unos nos tachen de vagos y casi maleantes, y otros nos coloquen en pedestales del conocimiento y la dedicación a los alumnos.
No me gusta una sociedad que no confía en las personas que están formando las generaciones del futuro, parece que somos parte del problema, en vez de ser parte de la solución.
No me gustan los que aparecen y desaparecen según el partido que gobierna.
No quiero entrar en el debate sobre las horas de clase, no quiero saber si unos dan 20 y otros 25, pero la pregunta no sería la cantidad de horas; sino la calidad de las horas que cada profesor imparte
No sé si este esfuerzo merece la pena.
1 comentarios:
A mi tampoco me gustan todas esas cosas!
Creo que se trata de un sentimiento compartido en la profesión.
Publicar un comentario